La justicia ocupa en nosotros uno de los primeros lugares en importancia de nuestras vidas. Nos es muy
importante porque la gente, la masa social, no sabe todavía
conducirse individualmente con la responsabilidad de respetar a la sociedad que te rodea. En ese sentido la
justicia evita la anarquia. La justicia existe porque todavía somos
pequeños de espíritu. Si todos ganáramos interiormente, mas conciencia,
más capacidad de discernimiento de la realidad, ese entendimiento en
nosotros, nos haría tan responsables que la justicia y la acción del
justo, dejaría de ser importante y en su lugar ocuparía la piedad o la
acción piadosa.
La justicia delibera el asunto como un problema, la piedad sabe que no
hay nada que resolver. La justicia resuelve, dictamina y sentencia. La
piedad comprende, perdona, y comparte. Cuando se es justo no se es
piadoso. Y cuando se es piadoso no se es justo.
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