La libertad, y en especial la libertad de expresión, es el principal
argumento que emplean los burgueses para defender el sistema capitalista
y atacar al sistema socialista, comunista... La sociedad capitalista es sin duda la sociedad más idealista que ha
existido y existira en la Historia Universal. ¿Por qué? Porque como miembro de la comunidad
política, como miembro del Estado, un pobre es igual que un rico,
mientras que como miembro de la sociedad civil un pobre es infinitamente
diferente que un rico. De ahí que un pobre tenga los mismos derechos
que un rico, pero a la hora de ejercerlos se encuentre a años luz de
éste y este pueda beneficiarse de todo lo que el estado pueda ofrecerle. Los apologistas del capitalismo suelen decir que en las sociedades
capitalistas todo el mundo tiene derecho a decir lo que piensa, mientras
que en las sociedades socialistas esto no ocurre. Siempre es importante
distinguir entre el derecho a la libertad y el ejercicio de ese
derecho. Porque es en el ejercicio de ese derecho donde sale a relucir
su verdadero valor. ¿De qué me vale tener el derecho a decir lo que
pienso si mis ideas no pueden ser publicadas en los grandes medios de
comunicación de masas? ¿De qué me sirve tener la libertad de decir lo
que pienso si el conocimiento de las ideas que libremente expreso sólo
llega a determinadas minorías? De poco. Es fundamental tener no sólo el
derecho a expresar libremente lo que se piensa, sino que tus ideas
tengan un alcance de masas. Y midiendo este alcance, sabremos quienes en
verdad ejercen ese derecho a libertad de expresión.
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