viernes, noviembre 14, 2014

Saber escuchar (http://susanatoscano-relatosorientales.blogspot.com.es)

Una de las principales virtudes del barquero era la de saber escuchar como pocos. Sin que le dijera una sola palabra, Siddhartha captó cómo su interlocutor iba acogiendo cuanto le contaba, sosegado, abierto, expectante; cómo no se le escapaba ninguna de sus palabras ni daba muestras de impaciencia al esperarlas; cómo se limitaba a escuchar, sin elogiar o censurar lo que oía. Siddhartha se percató de la felicidad que suponía confesarse con semejante oyente, verter en su corazón la propia vida, la propia búsqueda, las propias tribulaciones.
Cierta noche de luna clara, dialogaron:
- Son raras las personas que saben escuchar de verdad, y hasta ahora no había encontrado a nadie que lo hiciera como tú. Esto también lo he de aprender de ti, le dijo.
- Lo aprenderás, repuso Vasudeva, pero no de mí. El río me enseñó a escuchar; de él lo aprenderás tú, también. Lo sabe todo este río; el agua te enseña que es bueno tender hacia abajo, sumergirse, buscar las profundidades.
- ¿También te enseñó el río que el tiempo no existe?
- Si, Siddhartha, para él no existe más que el presente, sin la menor sombra de pasado o de futuro.

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