Verdad que no es muy difícil de acertar esta adivinanza?
Mientras los dos cometen un delito uno lo hace sentado desde su despacho, conseguido por los favores políticos y no por haberlo ganado con sus conocimenientos empresariales y el otro por asaltar un Supermercado, para alimentar a sus compañeros jornaleros, que no podían comer.
Como en tiempos de la leyenda de Robin Hood, y Juan Sin Tierra, el culpable es el que roba al rico. El rico que roba al pobre tiene el perdón de la Justicia y sino pone las leyes a su gusto. Como paso no hace tanto. En el 2013, el Gobierno del PP aprobó una reforma del Código Penal que en teoría endurecía las penas por delitos fiscales, pero en la práctica deja siempre al defraudador "la oportunidad de no ingresar en prisión si se paga el importe defraudado" en el plazo de dos meses desde que ha sido imputado judicialmente, según han denunciado los inspectores de Hacienda. Pero sorprendentemente esta ley no es igual para todos tampoco. En la práctica supone una "excusa absolutoria", en palabras de inspectores de Hacienda, que impide que nadie entre en prisión por delitos de fraude (las penas máximas pasan a ser de 3 a 6 meses). Además, como de facto desaparece el delito fiscal, se impide por ello la persecución de otros posibles actos delictivos relacionados, "como son el blanqueo de capitales", explican fuentes solventes de la Agencia Tributa... ¿Quien de los dos, según la Ley que ha puesto los mismos corruptos, ira a la cárcel?
A que la respuesta es sencilla
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