Deberíamos no tener miedo de nuestros fracasos, pues no hay
podios sin derrotas. Hay mucha gente, pienso, que si no llega a lograr
ciertas cosas que se propone, no es porque no tenga cualidades para
ello, sino porque no superan sus fracasos, porque desisten ante los
primeros obstáculos que se les cruza en el camino. Cuando lo que deben hacer es o saltar o incluso rodear ese obstaculo para seguir adelante. Debemos pensar sobre los errores, porque solamente pensando sobre los
problemas podemos entenderlos y buscar soluciones por nosotros/as
mismos/as, sin esperar que sean otras personas quienes lo hagan todo.
Porque nosotros/as no solo somos lo que hacemos, lo que decimos, lo que
pensamos... También somos lo que no hacemos, lo que no decimos, lo que
no pensamos... Lo que acertamos y lo que fallamos. Los fallos, los
errores, son parte de nosotros/as. Tenemos que tener tendencia a
mejorar, pero no a obsesionarnos con las imperfecciones, simplemente
porque la imperfección va ligada a nuestro cuerpo y a nuestra psique,
pues somos seres incompletos, inacabados e imperfectos.
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