Un hombre, muy enojado con una pulga, la agarró por fin, y le dijo:
- "¿Quién es usted que se atreve a alimentarse de mis miembros, y darme tanto problema para poder atraparle?"
La pulga contestó:
- "¡Oh mi estimado señor, le ruego conserve mi vida, y no me destruya, ya que realmente no puedo hacerle mucho daño!"
El hombre, entre risas, contestó:
- "Ahora ciertamente usted morirá por mis propias manos, para no sufrir yo ningún mal, sea este pequeño o grande, y no tener que tolerarlo".
- "¿Quién es usted que se atreve a alimentarse de mis miembros, y darme tanto problema para poder atraparle?"
La pulga contestó:
- "¡Oh mi estimado señor, le ruego conserve mi vida, y no me destruya, ya que realmente no puedo hacerle mucho daño!"
El hombre, entre risas, contestó:
- "Ahora ciertamente usted morirá por mis propias manos, para no sufrir yo ningún mal, sea este pequeño o grande, y no tener que tolerarlo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario