viernes, noviembre 18, 2016

Mi falsedad, tu falsedad, su falsedad...

Cada día que vivimos, comprobamos que es inevitable encontrarse con personas a quienes les desagrades, que sientan celos o quieran arruinar tu reputación por tu forma de ser. Pero todavía no conozco a nadie que celebre cuando la gente habla mal de su persona. ¿Qué podemos hacer para no molestarnos?. Tan fácil como no darle al asunto tanta importancia, no insulta quien lo hace sino quien puede. Si lo que se dice de ti es verdad, por ejemplo si se trata de una falta, tienes que admitirla y, mejor aún, corregirla. Pero si no es verdad, ¿para qué preocuparte? A fin de cuentas, la gente que mejor te conoce no lo creerá. Por desgracia tenemos la tendencia de medir a los demás de acuerdo a lo que vemos por fuera. Hacemos nuestro propio instrumento para medir a los demás, pero muy rara veces lo usamos para medir el tamaño de nuestra propia condición. Sin embargo, debemos recordar que el "metro" que usamos para medir a los demás servirá también para que nos midan a nosotros.
Cada uno de nosotros tenemos amigos, conocidos con los que estamos más o menos de acuerdo en la forma de ver la vida, en la forma de comportarse, con los que compartimos en mayor o menor grado una forma de pensar. Estas personas podrán criticarnos pero difícilmente hablarán mal de nosotros. Quienes hablan mal de mi son aquellos a quienes no les gusta como soy. Éstos me juzgan por lo que digo y por lo que hago, pero lamentablemente ninguno de nosotros es tan transparente como para que todo lo que pensamos sea percibido por los demás y mucho menos cuando es através de las redes sociales, foros blogs. Si teniendo una visión parcial de mi no les gusto, menos les gustaría si percibieran la totalidad de mis opiniones sobre ellos, por lo tanto estarían más en desacuerdo conmigo si me conocieran, ergo hablarían peor. Quienes están todo el día hablando mal de otra persona a sis circulos, parece como si vivieran proyectando su amargura alrededor. Como si de su desencanto interior sobrenadaran vaharadas de crispación que les envuelven por completo. Les disgusta el mundo que les rodea, pero quizá sobre todo les disgusta el que tienen dentro. Y como son demasiado orgullosos para reconocer culpas dentro de ellos, necesitan buscar culpables y los encuentran enseguida. Mas sorprende cuando con cualquier comentario, si estan en contra de tus ideales eres el foco de atención y evidentemente te llevaran la contraria, pero eso también lo hare yo, es evidente porque en este mundo nadie es perfecto y creo que ni Dios (en caso de existir) lo es, a creado a la humanidad y eso ha sido el mayor error de este planeta

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