sábado, junio 25, 2016

La reencarnación...

La reencarnación es la creencia según la cual, al morir una persona, su "alma" se separa momentáneamente del cuerpo, y después de algún tiempo toma otro cuerpo diferente para volver a nacer en la tierra. Por lo tanto, los hombres pasarían por muchas vidas en este mundo. La mayoría no cree en la reencarnación, pero esta demostrado que mediante hipnosis, se pueden regresar a vidas pasadas y que son muchas veces "culpables" de nuestras propias fobias actuales. ¿Y por qué el alma necesitaría reencarnarse? Porque en una nueva existencia ésta debería, en teoría, pagar los pecados cometidos en la presente vida, o bien tomar la recompensa de haber tenido una conducta honesta. El alma está, sostienen estas mismas religiones, en continua evolución. Y las sucesivas reencarnaciones le permitirían progresar hasta alcanzar la perfección. El alma, así, se convertiría en un espíritu puro y ya no necesitaría más reencarnaciones, sumergiéndose para siempre en el sublime infinito de la eternidad. Uno de los mitos que podemos incluir en la reencarnación es el "Ave Fenix". El nombre del ave Fénix no es otro que el de aquella ave egipcia cuya esterilidad lo obligaba a incendiar su propio nido para renacer de las cenizas, metáfora en la que se ha querido ver el ciclo de la vida y de esa reencarnación de la energía que poseemos los seres vivos. Recordemos que la energía no se destruye, sino que se transforma.
Claro que la reencarnación, también podriamos compararla con el "karma", esta palabra karma proviene de las religiones de oriente y significa "acción" y se refiere principalmente a nuestras acciones físicas, verbales y mentales. Las acciones que efectuamos dejan huellas o impresiones en nuestra mente muy sutil que, con el tiempo, producen sus correspondientes resultados. Nuestra mente es comparable a un campo de siembra, y las acciones que cometemos, a las semillas que en él se plantan. Las acciones virtuosas son las semillas de nuestra felicidad futura, y las perjudiciales, las de nuestro sufrimiento. Estas semillas permanecen ocultas en nuestra mente hasta que producen su efecto, cuando se reúnen las condiciones necesarias para su germinación. Además, desde que se realiza la acción original hasta que maduran sus consecuencias, pueden transcurrir varias vidas o reencarnaciones.

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