Belleza de la naturaleza (http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.es)

Un sacerdote estaba a cargo del jardín dentro de un famoso templo zen. Se le había dado el trabajo porque amaba las flores, arbustos, y árboles. Junto al templo había otro templo más pequeño donde vivía un viejo maestro.

Un día, cuando el sacerdote esperaba a unos invitados importantes, tuvo especial cuidado en atender el jardín. Sacó las malezas, recortó los arbustos, rastrilló el musgo, y pasó un largo tiempo juntando meticulosamente y acomodando con cuidado todas las hojas secas. Mientras trabajaba, el viejo maestro lo miraba con interés desde el otro lado del muro que separaba los templos.

Cuando terminó, el sacerdote se alejó para admirar su trabajo.

- "¿No es hermoso?", le dijo al viejo maestro.

- "Sí..." replicó el anciano, "... pero le falta algo. Ayúdame a pasar sobre este muro y lo arreglaré por ti".

Luego de dudarlo, el sacerdote levantó al viejo y lo ayudó a bajar. Lentamente, el maestro caminó hacia el árbol cerca del centro del jardín, lo tomó por el tronco, y lo sacudió. Las hojas llovieron sobre todo el jardín.

- "Ahí está... ahora puedes llevarme de vuelta".

Cuento Zen

Frase del Día (03-06-2014)

Cada uno de nosotros tenemos sueños de libertad, padecemos y disfrutamos de nuestra propia existencia, pero lo que está claro es que estamos muy condicionados por la etapa que nos ha tocado vivir especialmente en los últimos años. Quejarme de lo que me rodea, a veces  me parece injusto, con solo saber que más de mil millones de personas  se mueren de hambre en el mundo, que todavía existe la esclavitud en muchos estados, que hay mujeres y niños que son maltratados y explotados. A pesar de esta situación me siento afortunado.
Me enseñaron que debo ser responsable de mis actos, pero por qué hemos de pagar por errores de otros, cuando ni se arrepienten, ni rectifican?
No quiero ser víctima de esta sociedad manipulada por los medios de comunicación. ¿Dónde está nuestra ética, nuestros principios, nuestra solidaridad?. Debemos coger conciencia de nuestra situación, pero no dejarnos arrastrar por ella, porque la vida no debe ser solo sobrevivir

Todo el mundo tiene derecho a tener una vida digna, a soñar y a poder ser feliz. Yo me apunto a eso y sigo luchando para conseguirlo, nadie me derrotara solo y  buscarle sentido a la vida, y poder de hablar sobre las cosas que me hacían sentir vivo en este mundo, donde la realidad y la imaginación se entrecruzan en los hilos de las moiras griegas, donde todo tiene un principio y un final... Y nosotros esta el pasar de puntillas o haciendo ruido para que te escuchen tu voz