jueves, octubre 02, 2014

Historia de los dos que soñaron [del Libro de las 1001 Noches]

Cuentan los hombres dignos de fe, que hubo en El Cairo un hombre poseedor de
riquezas pero tan magnánimo y liberal que todas las perdió menos la casa de su padre, y que se vio forzado a trabajar para ganarse el pan.
Trabajó tanto que el sueño lo rindió una noche debajo de una higuera de su jardín y vio en el sueño a un hombre empapado que se sacó de la boca una moneda de oro y le dijo:
- "Tu fortuna está en Persia, en Isfaján; vete a buscarla".

A la madrugada siguiente se despertó y emprendió el largo viaje y afrontó los peligros de los desiertos, de las naves, de los piratas, de los idólatras, de los ríos, de las fieras y de los hombres. Llegó al fin a Isfaján, pero en el recinto de esa ciudad lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el patio de una mezquita. Había, junto a la mezquita, una casa, y una pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa, y las personas que dormían se despertaron con el estruendo de los ladrones y pidieron socorro. Los vecinos también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel distrito acudió con sus hombres y los bandoleros huyeron por la azotea. El capitán hizo registrar la mezquita y en ella dieron con el hombre de El Cairo, y le menudearon tales azotes con varas de bambú que estuvo cerca de la muerte.

A los dos días recobró el sentido en la cárcel. El capitán lo mandó buscar y le dijo:
- "Quién eres tú y cuál es tu patria?".
El otro declaró:
- "Soy de la famosa ciudad de El Cairo y mi nombre es Mohamed El Magreví".
El capitán le preguntó:
- "¿Qué te trajo a Persia?".
El optó por la verdad y le dijo:
- "Un hombre me ordenó en un sueño que viniera a Isfaján, porque ahí estaba mi fortuna. Ya estoy en Isfaján y veo que esa fortuna que prometió deben ser esos azotes que tan generosamente me diste".
Ante semejantes palabras, el capitán se rió hasta descubrir las muelas y acabó por decirle:
- "Hombre desatinado y crédulo, tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín un reloj de sol, y después del reloj de sol una higuera y luego de la higuera una fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, engendro de una mula con un demonio, has ido errando de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfaján. Toma estas monedas y vete".

El hombre las tomó y regresó a su patria. Debajo de la fuente de su jardín (que era la del sueño del capitán) desenterró un tesoro...

Frase del día (02-10-2014)

Esa es la realidad del Capitalismo que muchos defienden, que coma el rico y que pague el pobre todos sus vicios.
Vivimos en un capitalismo rancio donde solo pordemos trabajar, consumir y callar por el bien de los ciudadanos... aquel que intenta rebelarse es apartado y se le considera un loco "comunista" pasado de época.
Lo que se ha vivido y se vive en España ha sido un rescate financiero; es decir, es el sector financiero, la banca, el que ha recibido la inyección de capital europeo, y no la economía entera, ni las empresas, ni el pueblo. De esta manera se ha salvado a la banca, que en tiempos de las vacas gordas, "regalaban" creditos a todo el mundo y que a parte de regalarlos los hinchaba. Esas perdidas deberían sumirlas no los ciudadanos, sino los accionistas, los Directores Generales (la mayor parte expoliticos enchufados) por que son ellos los que se beneficiaron en su día. Ese rescate a servido principalmente para mantener los enormes sueldos del enchufismo funcionarial estatal... Y es que como dijo Fraga: "Spain is diferent". En otros estados estos banqueros han ido directamente a la cárcel, aqui se les mantiene con una jubilación vitalicia y un trabajo en el sector privado con un enorme sueldo