lunes, enero 20, 2020

Los catalanes pagamos más

https://www.eleconomista.es/catalunya/noticias/10296130/01/20/Un-catalan-pagara-casi-el-doble-que-un-madrileno-en-2020-segun-Foment.html?utm_medium=Social&utm_campaign=EchoboxeE&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR22XUniH4daTmV3AS1TZkLRGb7NL6iYgEMPN7dMm12vnEWVSb38xcmDDcg#Echobox=1579010755

Entendeis ahora porque quieren la una, grande y libre?. Sin Catalunya, España duraria menos que un chupa chups en la puerta de un colegio. Nos crujen a impuestos, encarcelan a nuestros politicos, nos prometen mejorar las infraestructuras en el 2010.... en el 2019 nos prometen el mismo dinero con nueve años de retraso... mientras como estado centralista todas las mejoras para Madrid y el Ave para todos, como el cafe para todos de las Autonomias, aún sabiendo que generan miles de millones pero para mantener eso esta Illes Balears, Comunidas Valenciana, Catalunya y Euskadi. Y os preguntais porque queremos irnos?. Si fuera al reves ya seriamos independientes

El campesino visita al rey

Hace mucho tiempo, un campesino quiso conocer si su Rey era de carne y hueso, así que pidió todo su salario a su amo y partió inmediatamente rumbo a la corte.

Al llegar al palacio real, tuvo que esperar largas horas para ver a su Alteza, y cuando por
fin le vio, quedó profundamente decepcionado. “El Rey es de carne y hueso, y pensar que he gastado todo mi dinero para recibir esta decepción tan grande”.

Tal fue el enfado del campesino, que comenzó a dolerle una muela. Pero como también tenía mucha hambre y apenas le restaba un peso en sus bolsillos, quedó sin saber qué hacer: “Si gasto este peso para comer, no podré sacarme la muela, y si me saco la muela no me quedará nada y moriré de hambre”.

Así anduvo largo rato caminando el campesino hasta que se topó sorpresivamente con una dulcería, de donde salía un olor exquisito a panes y pasteles. Embobecido por el aroma, el campesino no notó que dos bribones se acercaban de repente a su encuentro.

“¿A qué no eres capaz de comerte más de cien pasteles?” – exclamaron a coro los tramposos para burlarse del campesino.

“Les apuesto que sería capaz de comerme quinientos pasteles” – contestó con firmeza.

“¡Charlatán! Eso es imposible ¿Cuánto apostarás?”.

“Pues con gusto una de mis muelas”.

Los bellacos rompieron en risas y decidieron seguir el juego. Evidentemente, el campesino jamás llegaría a comerse quinientos pasteles. Por lo que, cuando se encontró saciado y satisfecho aceptó sacarse la muela, y los bribones le llevaron ante el barbero entre risas y burlas.

“Qué campesino tan tonto” – gritaban los pícaros a todas voces.

“Pues de tonto nada, que me han sacado el hambre y para colmo, me han librado de un terrible dolor de muelas”

De esta manera, los dos tramposos quedaron en ridículo frente a todos y echaron a correr muertos de vergüenza


(cuento de internet)

El Tonto del Pueblo

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo. Un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía de pequeñas dádivas y limosnas.
Diariamente ellos llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una grande de 400 reales y otra menor, de 2000 reales.
Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Cierto día, alguien que observaba al grupo le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda mayor valía menos.
- “Lo sé”, respondió, “no soy tan tonto”. Ya sé que la que cojo vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguecito acaba y no voy a ganar más mi moneda”.
Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.
La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos tontos de la historia?
La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
Pero la conclusión más interesante es:
Podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, si no lo que uno piensa de sí mismo.
El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente.

(Cuento de internet)