viernes, enero 23, 2015

Frase del Día (23-01-2015) [bis]

Tu dolor, nadie lo siente. Tus alegrías nadie las nota. Tus tristezas nadie las comprende... Pero portate mal, comete un error, sal a divertirte, di lo que sientes y veras que todos lo notan, lo sienten, lo ven, lo comentan y para rematar inventan mas de lo que ven. 
Me queda tan grande éste disfraz de valiente que tengo miedo de ponérmelo un par de veces más, se que podré dibujarme en la cara una sonrisa cuando me vea en el espejo y podré hacer felices a las demás personas que me rodean, aunque tenga el corazón y el alma destrazados en el interior. 
Un día encontrare ese nuevo camino, y se que será un camino lleno de piedras, de obstáculos, de dolor, de miles de lágrimas y pocas sonrisas, pero puedo asegurar que merecerá la pena recorrerlo, sobre todo porque ya lo he intentado recorrer un par de veces antes. Seguiré hasta el final, cueste lo que cueste.

La camisa del hombre feliz (http://educamosjuntoscuentos.blogspot.com.es)

Había una vez un rey cuya riqueza y poder eran tan inmensos, como eran de inmensas su tristeza y desazón.

-"Daré la mitad de mi reino a quien consiga ayudarme a sanar las angustias de mis tristes noches", dijo un día.

Quizás más interesados en el dinero que podían conseguir que en la salud del Rey, los consejeros de la corte decidieron ponerse en campaña y no detenerse hasta encontrar la cura para el sufrimiento real. Desde los confines de la tierra mandaron traer a los sabios más prestigiosos y a los magos más poderosos de entonces, para ayudarles a encontrar el remedio buscado.
Pero todo fue en vano, nadie sabía cómo curar al monarca.
Una tarde, finalmente, apareció un viejo sabio que les dijo:

- "Si encontráis en el reino un hombre completamente feliz, podréis curar al rey. Tiene que ser alguien que se sienta completamente satisfecho, que nada le falte y que tenga acceso a todo lo que necesita. Cuando lo halléis, siguió el anciano, pedidle su camisa y traedla a palacio. Decidle al rey que duerma una noche entera vestido solo con esa prenda. Os aseguro que mañana despertará curado".

Los consejeros se abocaron de lleno y con completa dedicación a la búsqueda de un hombre feliz, aunque ya sabían que la tarea no resultaría fácil.
En efecto, el hombre que era rico, estaba enfermo; el que gozaba de buena salud, era pobre. Aquel, rico y sano, se quejaba de su mujer y ésta, de sus hijos.
Todos los entrevistados coincidían en que algo les faltaba para ser totalmente felices aunque nunca se ponían de acuerdo en aquello que les faltaba.
Finalmente, una noche, muy tarde, un mensajero llegó al palacio. Habían encontrado al hombre tan interesantemente buscado. Se trataba de un humilde campesino que vivía al norte en la zona más árida del reino. Cuando el monarca fue informado del hallazgo. Éste se llenó de alegría e inmediatamente mandó que le trajeran la camisa de aquel hombre, a cambio de la cual deberían darle al campesino cualquier cosa que pidiera.
Los envidos se presentaron a toda prisa en la casa de aquel hombre para comprarle la camisa y, si era necesario, se decían, se la quitarían por la fuerza...
El rey tardó mucho en sanar en sanar de su tristeza. De hecho su mal se agravó bastante cuando de que el hombre más feliz de su reino, quizás el único totalmente feliz, era tan pobre, tan pobre... que no tenía ni siquiera una camisa.

Frase del Día (23-01-2014)

Hay 3 cosas que cambian la vida, de las personas: la muerte, la vida y la ruptura de pareja.
El verdadero amor no es posesivo, no es celoso. Simplemente da. No es un negocio, no comercias con él. No es un lujo, es un desbordamiento de tu ser. Tú no compartes. Es como el respirar. Tú simplemente respiras, no importa quien esté contigo. Puedes estar en una habitación vacía, pero el amor sigue fluyendo. Ahora el amor no es una actividad, es tu ser. No puedes encenderlo y apagarlo. Entonces el amor es como una flor que florece, como el sol que sale, como las estrellas que llenan el cielo nocturno. Simplemente sucede en tu vida, y cuando se va deja un enorme vacio lleno de dolor