miércoles, octubre 01, 2014

El Sueño del Sultan (http://www.parejasorientadoras.com)

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Al despertar, ordenó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.
- ¡Qué desgracia Mi Señor! -exclamó el Sabio- Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.
- ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido. ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y encargó que le dieran cien latigazos.
Más tarde mandó que le trajesen a Nasrudín y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
- ¡Excelso Señor! Gran felicidad le ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran a Nasrudín cien monedas de oro. 
Cuando el mullá salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
- Recuerda bien amigo mío, respondió Nasrudín, que todo depende de la forma como se dicen las cosa

Frase del Día (01-10-2014)

Las decisiones del Gobierno y del TC eran totalmente previsibles y Artur Mas y su Consell deberian saber que iban a ser esas y deberian tener muy estudiada su respuesta. Es como si jugando al ajedrez tienes la inciativa con las blancas y enpiezas con P4R, las negras te responden con P4R y entonces
necesitas un "intenso debate" con tus asesores...  Tu respuesta a una jugada tan esperada deberia haber estado mas que decidida en su día y no hacer esta pantomina. ¿Tiene realmente Artur Mas un plan?  ¿o no sabe como seguir cuando la iniciativa es suya?¿O simplemente jugaba para mantenerse como el ·rey" en el ajedrez?  Otra posibilidad es que Mas si que lo supiese, pero les tuviese engañados a parte de sus asesores y la tension del Consell venga de eso.  En ese caso Mas estaria jugando contra parte de su propio equipo, lo que no suena nada prometedor. Cuando uno fracasa, en la mayoría de los Estados, dimite. Aqui en Catalunya o en España, se aferran a la silla y no los mueven ni con un terremoto. Lo que pensabamos se ha cumplido y Mas, nuevamente se ha bajado los pantalones ante el Gobierno Central