Una liebre capturada por un águila sollozaba muchísimo y pronunciaba gritos desesperadamente. Un gorrión la reprendió y le dijo:
- "¿Dónde está ahora la rapidez notable de tu pie? ¿Por qué tus pies fueron tan lentos?"
Mientras el gorrión hablaba así, un halcón de repente lo agarró y lo mató. La liebre se sintió consolada en su muerte, y antes de expirar dijo:
- "¡Ah! Usted, quien últimamente se creía estar bien seguro y se burló de mi calamidad, pues ahora tiene una razón de deplorar una desgracia similar."
- "¿Dónde está ahora la rapidez notable de tu pie? ¿Por qué tus pies fueron tan lentos?"
Mientras el gorrión hablaba así, un halcón de repente lo agarró y lo mató. La liebre se sintió consolada en su muerte, y antes de expirar dijo:
- "¡Ah! Usted, quien últimamente se creía estar bien seguro y se burló de mi calamidad, pues ahora tiene una razón de deplorar una desgracia similar."