viernes, febrero 05, 2016

El ladrón y su madre (http://edyd.com/fabulas/esopo)

Cierta mujer tenía un hijo muy revoltoso que solía robar en la escuela cosas de poco valor y se las llevaba a casa, sin que su madre jamás lo castigara. Incluso colmaba de caricias al muchacho, alabando en extremo su agudeza. A medida que iba creciendo, fue haciendo robo de más consideración, y nunca fue amonestado por su madre. Al fin, cogido por la justicia en un nuevo hurto, fue llevado a la cárcel y sentenciado a muerte.
La madre deshacía en lágrimas tras el reo; pero éste, parando ante la comitiva, exclamó:
- "Deseo decirle algo a mi madre en su oído".
Ella acercó su oído a él, y éste rápidamente mordió su oreja cortándosela. Su madre le reclamó que era un hijo desnaturalizado, a lo que él replicó: 
- "Tú eres la causa de mi desgracia, porque si el primer robo que cometí no te hubieras reído y me hubieses castigado, ahora ya no iría a morir en un suplicio y tú no tendrías que llorar mi muerte".

Frase del Día (05-02-2016)

La realidad nos demuestra, que no podemos pasarnos la vida tratando de retener todo aquello que no nos es útil para nada. Aquello que te estanca en tu progreso, superación personal y te impide crecer como persona. Te puedes pasar años tratando de reconstruir una relación rota y lo más seguro es que te quedes solo, aruñando los techos y paredes de tu vida, añorando el tiempo perdido y diciendo: "Quisiera, quisiera, quisiera, cuánto hubiera querido que fuera". Tampoco podemos darno ese lujo de forzar esas situaciones que sabes que a la larga se convertirán en nuestra propia trampa, en nuestro propio martirio, en tu propio infierno. Debemos dejar atras todo aquello que nos hizo daño, es la manera de crecer como personas y avanzar en la vida, de que nos vale continuar una relación en la que ambos nos hacemos daño?.  Piensa que la única solución es  soltar las costumbres, los hábitos, los vicios, los apegos que te hacen esclavo de tus propios sentimientos y resentimientos. Es la única anera de obtener la paz en el alma