Carta a mi "desconocida"

Bon día, es la unica palabra te he dicho, tú no me conoces ni yo a ti, no sabes mi nombre, tal vez al cruzarnos por la acera podamos saludarnos como dos vecinos, pero me miraste, y tal vez anteriormente nos hayamos cruzados varias veces esa mirada... la ciudad no es tan grande, o tal vez no, quizá nuestros vidas se han cruzado en más de una ocasión, quizá mi cobardía o el hecho de no conocernos, es lo que me han impedido antes decirte "hola", quizá nada de lo que he escrito hasta el momento haya pasado para ti, pero a mi si.

Te he visto en más de una ocasión, y hubiera deseado detener el tiempo, en ese instante parar las manecillas, impedir por siempre tu paso, ¿Porqué? No sé, tal vez fue que me perdí en tu mirada cristalina desde la primera vez que los vi, tal vez fue ese destello de tu sonrisa, lo que encandilo mí corazón por el destino, destino que ahora tanto bendigo, te he visto, te he mirado, me he quedado en silencio contemplando tu belleza…

Solo un hola me ha separado de conocerte más aún, un simple hola, pero mi valor sigue ausente, tal vez nunca nos hablemos más allá de ese bon día al cruzarnos, tal vez algún día tendré valor para verte a los ojos y decir hola o incluso porque no buscar la forma de acercarme a ti, y comenzar una amistad nueva. ¡Quien sabe! lo que nos deparara esos senderos de la vida, que pueden ser favorables de vez en cuando. Esta carta, que tú nunca leerás, esta carta que tiene dos dueños, mi alma y tu nombre, ese que aún desconozco...

Me es indiferente si tienes compromiso, si el destino con toda su sabiduría nos hizo cruzarnos en ese momento, pero eso me ha permitido verte y porque no un día llegar a conocerte…
Hasta entonces, seguiré siendo quien te escriba estas palabras que jamás conocerás, quien te mira de lejos, quien te mande versos con el viento, quien implora a la luna, a las estrellas que sea mi cómplice y me preste su luz para verte cada noche en las penumbras de mi habitación

Solo soy, un desconocido que desde que te vio por primera vez, vive sonriendo, porque hasta entonces conoció lo que hay detrás de una sonrisa, quien espera ansioso cada dia desearte ese bon día, al pasar frente a mi, expuesto y a la vez oculto entre la inexistencia de lo desconocido para todo tu ser.
Seré, aquel que cada noche sueña con conocer tu nombre, quien anhela encontrar cada día ese refugio en tu mirada, quien vive por sentir una caricia de tus manos, besar tus labios, sentir tu voz en mis oidos... y que hace que haga lo imposible por cruzarme a diario, contigo

Tú no me conoces, ni yo a ti, no sabes mi nombre, solo sabes que soy ese que cada día sin conocernos te desea bon día... Pero si de algo puedes estar segura, eso es que, si jamás hablara contigo, si jamás te conociera, si jamás cruzáramos una palabra más que ese bon día, solo me dejarma verte, sentir tu aroma, oir tu voz y la caricia de tu mirada, solo con ver tu rostro acariciado por la luz, que ilumina tu cabello dorado, y me hace estremecer al ondearse con el vaivén del viento…

Con eso, solo con eso, soy inmensamente feliz, no me importa el resto del mundo ni lo que pase alrededor, solo te pido que nunca dejes de saludarme, por muy mal que te sientas ese día... Estare ahi para darte ese ánimo de un bon día, que es una de las palabras más hermosas que se pueden decir a los desconocidos. Este desconocido que quizá algún día ante ti se presentará, hoy te escribe esta carta que nunca conocerá final, nació de la inspiración que tus ojos me han causado y cada vez que yo los vea, cada vez que vea tu rostro, tu sonrisa, cada vez que te vea pasar por nuestra calle, tu siempre con prisa, y este desconocido nuevamente se inspirará en tu belleza, para poder reflejar en un escrito tu andar

El Miedo (http://www.nulladiessinnemeditatione.com)

Según un cuento chino, un rey, famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados, como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar las aldeas diezmadas por el continuo acoso.

Y llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio. Se cuenta que esa noche, cuando llegaron las noticias del avance enemigo se vio el rostro del monarca marcado por el temor y la responsabilidad, pero en ningún momento abatido por el miedo.
Al amanecer el rey ordenó a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y acto seguido se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores.

Inmutable, les vio avanzar hasta la escalinata de palacio. Pero su serenidad perturbó hondamente a los bárbaros. Éstos supusieron que les esperaba una trampa en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó a retirada.

El rey dijo entonces a sus servidores:
- Ved, y no olvidéis nunca que, una misma emoción, el miedo, a ellos les ha impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta creativa a tan atemorizante situación.

Frase del Día (13-09-2014)

Y aunque la mayoría de las personas son escépticas a creer en ellos, son muy útiles y  pueden resultar, cuando estimulan nuestra perseverancia para conquistarlos. Hay sueños que parecen metas inalcanzables o imposibles de alcanzar, y, sin embargo es, la constancia y tenacidad de quien cree en las señales que se nos presentan en el difícil camino hacia ellos, lo que permite cristalizarlos. Recordemos que la interpretación de los sueños es toda una ciencia que hizo célebre a Sigmund Freud y famosos casos de interpretación los hay hasta en la Biblia, recordemos a José tras las rejas y los sueños del faraón con el caso de las vacas y las espigas de trigo. Nunca debemos de tirar la toalla ante las "piedras que encontremos en nuestrio camino.  tenemis que luchar  para conseguir nuestros sueños, y seguir el camino hasta encontrar el que nos lleve a lograrlo.