viernes, julio 18, 2014

La estatua (http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.es/)

Cierta vez, entre las colinas, vivía un hombre poseedor de una estatua cincelada por un anciano maestro. Descansaba contra la puerta de cara al suelo. Y él nunca le prestaba atención.
Un día pasó frente a su casa un hombre de la ciudad, un hombre de ciencia. Y advirtiendo la estatua, preguntó al dueño si la vendería. Riéndose, el dueño respondió:

- "¿Y quién desearía comprar esa horrible y sucia estatua?"

El hombre de la ciudad dijo:

- "Te daré esta pieza de plata por ella".

El otro quedó atónito, pero agradado. La estatua fue trasladada a la ciudad al lomo de un elefante. Y, luego de varias lunas el hombre de las colinas visitó la ciudad y, mientras caminaba por las calles, vio una multitud ante un negocio y a un hombre que a voz en cuello gritaba:

- "Acercaos y contemplad la más maravillosa estatua del mundo entero. Solamente dos piezas de plata para admirar la más extraordinaria obra maestra".

 Al instante, el hombre de las colinas pagó dos piezas de plata y entró en el negocio para ver la estatua que él mismo había vendido por una sola pieza de ese mismo metal.


Frase del Día (18-07-2014)

Primero aparició el trabajo, luego y con él la palabra articulada, fueron los dos estímulos principales bajo cuya influencia el cerebro del mono se fue transformando gradualmente en cerebro humano. La gente nunca tiene suficiente. La sociedad de consumo ha hecho que creamos que más bienes materiales van a conseguir darnos la anhelada felicidad, y si no estuviéramos tan obcecados en intentar mejorar nuestras condiciones económicas nos percataríamos de algo muy simple. Si los deseos humanos son infinitamente ampliables y los bienes no son infinitos. Por suerte, cada vez es más y más gente la que se va dándose cuenta de que no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita. La sociedad de consumo no es más que una necesidad impuesta por el entorno, y como necesidad adquirida que es, siempre podemos deshacernos de ella.