
que jamás compartimos,
con las caricias que mi mente soñaba
con noches de pasión desbordada
y mi corazón quedo comprimido.
Desperté con la luz del día maldiciendo
por no saber que decirte,
pero la musa yacía ya en su lecho,
ya nos había separado la "suerte"
Te quise dedicar mis poemas,
en aquellos charcos de sangre,
y alli murió mi mente
por no saber que decirte.
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