Primero aparició el trabajo, luego y con él la palabra articulada, fueron los dos
estímulos principales bajo cuya influencia el cerebro del mono se fue
transformando gradualmente en cerebro humano. La gente nunca tiene suficiente. La sociedad de consumo
ha hecho que creamos que más bienes materiales van a conseguir darnos
la anhelada felicidad, y si no estuviéramos tan obcecados en intentar
mejorar nuestras condiciones económicas nos percataríamos de algo muy
simple. Si los deseos humanos son infinitamente ampliables y los bienes
no son infinitos. Por suerte, cada vez es más y más gente la que se va dándose cuenta de que no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita.
La sociedad de consumo no es más que una necesidad impuesta por el
entorno, y como necesidad adquirida que es, siempre podemos deshacernos
de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario