jueves, julio 24, 2014

La luna no se puede robar (http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.es/)

Ryokan, un maestro zen, vivía de la forma más sen­cilla posible en una pequeña choza al pie de una monta­ña. Cierto día, por la tarde, estando él ausente, un ladrón se introdujo en el interior de la cabaña, solo para des­cubrir que no había allí nada que pudiese ser robado.
Ryokan, que regresaba entonces, se encontró, con el ladrón en su casa.

- "Debes haber hecho un largo viaje para venir a visitarme", le dijo, "y no sería justo que volvieras con las manos vacías. Por favor, acepta mis ropas como un regalo".

El ladrón estaba perplejo, pero al fin cogió las ropas y se marchó. Ryokan se sentó en el suelo, desnudo, contem­plando la luna a través de la ventana.

- "Pobre her­mano, se decía., ojalá pudiese haberle dado esta maravillosa luna"

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