Las palabras no se las lleva el viento, como dice el refran. Todas nuestaras palabras dejan huella,
tienen poder e influyen positiva o negativamente en los que nos rodeab. Las palabras curan o
hieren, animan o desmotivan, reconcilian o enfrentan, iluminan o
ensombrecen, dan vida o desmoronan. Basta con unas palabras para alegrar a
alguien y con pocas palabras podemos llevarlo al desaliento y
desespero. Toma consciencia que con tus palabras puedes motivar a una
persona a lograr sus deseos, sus objetivos en la vida, las palabras bien pensadas en el momento
exacto son el mejor combustible para cualquier ser en aprietos, para salatr el
obstáculo mas grande, y mucho mas para las personas que son tan
cercanas y dependen de nuestras palabras y actos. Los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban
el silencio. Piensa en esto y cuida tus pensamientos porque ellos se
convierten en palabras y cuida de tus palabras porque ellas marcan tu propio
destino y de los que dependen de ti. Hay que comunicarse y saber, cuando
el silencio es el mejor regalo para ti y los que amas. Si eres inteligente
y no dudo que lo seas, debes aprender dos cosas: cuándo hablar y cuando callar.
Piensa muy bien antes de hablar, piensa dos veces antes de aconsejar,
cálmate, tomate tu tiempo cuando estés enfadado y molesto por un asunto, haz una pausa,
habla sólo cuando estás en paz, para que el viento nunca se lleve tus
palabras y tus consejos, puedas ser un regalo para quien van diriguidos
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