Estaba atascado en un pozo sin salida. Dejé de comer sano y dormía muy poco, pero dentro de mi crisis existencial, buscaba fuerzas y exageraba mi faceta feliz para que la gente que me rodeaba no se preocupara. Sólo podía ser yo mismo con alguien con quien ahora mismo he perdido todo el contacto y todo ello, en cierto modo, me ha hecho ser más fuerte.
Sé que la decisión más dura es la correcta: y fue dejarlo todo. Aunque también es la que más daño nos hace. Ahora que por fin había conseguido esa estabilidad, me veo otra vez llorando y triste, pero si lo alargo nunca seré feliz y me cierro las puertas de mi futuro. supongo que es cuando tengo que ser valiente, tengo que sacar fuerza de donde sea, y cerrar un ciclo de mi vida, donde solo hay dolor. Y entonces es cuando pienso en la familia, con todo el entorno, en los amigos y en todos aquellos, con lo que ya había establecido un entorno formal, en que todo ya era más o menos una efimera felicidad, y todas estas conclusiones me atrapan porque me cueste más marchar. Y sí, sé que sólo tengo que pensar en mí, pero mi carácter me pone trabas.
Cuando lo miro fríamente lo veo muy claro y creo que sí seré fuerte y hasta parece algo fácil, entonces es cuando doy vueltas...Y la angustia, la incertidumbre y la tristeza me invaden. Acto seguido pienso en todo lo bueno, y pienso que esa persona ha sido una de las pocas que ha creído en mí, que me ha dado ánimos con mis proyectos, que he llegado donde estoy gracias a sus consejos , y que me ha ayudado en tantas cosas, que pude nuevo afrontar el reto de levantarse cada día
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