Debemos tener coraje para afrontar los retos y dificultades que nos vamos encontrando, no significa que no sintamos miedo al
hacerlo, pero nuestro instinto nos dice que la gran trascendencia de
esos hechos nos debe hacer actuar. Esa acción a veces implicará tomar
partido y posicionarnos; y no todo el mundo esta dispuesto a hacerlo.
Admiro mucho a la gente que es capaz de dar la cara por una idea, por
una persona, que no trata de pasar de largo, ni de congraciarse con todo
y con todos. Hace falta tener coraje
para oponerse algo, y no nadar entre dos aguas, generalmente las
personas que se conducen de esa manera, y que tratan de quedar bien con
todo y con todos, lo argumentan con un razonamiento práctico que no
es sino una excusa para enmascarar su gran egoísmo. Y aún más coraje,
cuando debemos oponernos, no a nuestros enemigos, sino a nuestros
propios amigos, o a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario