Luego
de salir del Instituto y no ver a algunos de mis compañeros, decidí
cumplir aquella promesa de reunirnos a los 10 años de habernos graduado;
habíamos decidido juntarnos a celebrarlo en el bar donde cada mañana
tomábamos durante la hora de descanso un refresco. Éramos un grupo de 5
personas, muy diferentes entre si: Guty era el aventurero capaz de
meternos en las aventuras más divertidas que podíamos imaginar, Dani era
el intelectual, siempre dispuesto a ayudarnos en las materias más
comprometidas. Raúl era el deportista del grupo, siempre nos mantenía en
forma. Ana era esa amiga que siempre estaba dispuesta a ayudar a los
demás, sin preocuparse de quien era. Y yo, era el extrovertido del
grupo, los que otras pandillas del insti llamaban el “bicho” raro. Ese
que siempre pensaba en el más allá, en planetas habitados...
Ahora 10 años después debía cumplir esa promesa que nos hicimos de reunirnos, posiblemente todos habíamos cumplido nuestros sueños, o incluso es posible que más de uno ya estuviese casado o casada. ¿Qué sería de ellos?
Caminaba por las calles nervioso, este reencuentro me permitirá volver a vivir el pasado desde un presente que tal vez no se parezca demasiado al que soñábamos o esperábamos para mis compañeros y para mi mismos. Volver a reunirnos significaba conmovedor pero también puede ser peligroso.
¿Qué había sido de la vida de mis excompañeros? ¿Qué fue de sus sueños y proyectos? ¿Puede una noche de recuerdos regresarnos a lo que fuimos alguna vez? ¿Se puede volver al pasado? ¿Cuánto habíamos cambiado físicamente? La verdad es que yo había cambiado bastante, ya no era aquel “esqueleto” andante y los nervios me hacia pensar si me aceptarían, tal como era ahora... más por mi físico que por mi forma de pensar, seguía siendo ese “bicho” raro.
Estaba llegando a mi destino... Por fin había llegado el momento tan esperado.
Estoy tan contento, pues volveré a encontrarme con ellos, con mis grandes compañeros del Instituto. Deseaba entrar en el local y volver a vernos todos juntos después de varios años, y darnos un gran abrazo todos juntos.
¿Como disimular mi felicidad? Aunque todavía tengo contactos con algunos de ellos, nunca pensé que volveríamos a juntarnos toda la promoción 2001.
- ¡Me muero de ansiedad! , ¿Habrán cambiado algo? ¿O todavía seguiremos siendo el mismo grupo revoltoso de siempre?
Quiero hablar con los muchachos, contarles todo de mi vida, que me sigo soltero, a pesar de todo, y eso que Ana siempre me decía que algunas estaban locas por mi e trabajado mucho y ahora estoy en el paro, la empresa más grande de España o en mi caso de Catalunya
También quiero saber de sus vidas. ¿Qué será de la vida de Raúl? ¿Habrá terminado sus estudios? ¿Seguirá con el fútbol?... ¿Y Dani? ¿Qué será de la vida de él? Hace mucho que no nos encontramos, espero que por fin un editor le haya publicado algunas de sus obras. Y Ana ella tenia una magia especial, siempre le sacaba una sonrisa a alguien costase lo que costase... ¿Y Guty? Sería abogado... Tendría su propio buffet o estaría en una gran compañía...
Cada paso me acerca más a la fiesta, la familia intentó durante todo el día calmarme. Mientras le explicaba que: Desde hace 15 días que me llegó la invitación no paro de imaginarme el momento, estoy ansioso, no paro de contar cada minuto que falta para que llegue ese momento y
¡Quiero ese momento, llegue ya!!!
Thonys II
Marzo de 2011...10 años...muchos cambios....el hecho de planteármelo tan siquiera, me asustaba. No por el hecho en si, sino por como el tiempo había pasado tan rápido. Con una rapidez vertiginosa, una época llena de cambios, de dudas resueltas, de proyectos por cumplir, de compañía, de estabilidad...
Aquel 2001, me marcó para siempre. Recuerdo aquellas charlas intelectuales en la pastelería “Buttercup”, un sitio de frecuente reunión...y que siempre recordaremos a la señora Lety, que hacía pasteles incluso hasta en forma de caballa. Los llamaba caballitas de ángel. ¡Y vaya si tenía un ángel, aquello estaba delicioso! Casi cada tarde, hasta aquel 2001, soñábamos con ilusión y esperanza lo que iba a ser de nuestras vidas...unas vidas que terminó por cambiar total y absolutamente. Como decía, aquella época volvió a mí, cuando de repente un día, me llegó la invitación de la promoción del 2001, la última vez que nos veíamos desde el instituto. Un instituto que hoy en día está repleto de ilusiones, de desilusiones, de amoríos...pero que aún seguía conservando esa esencia de escolaridad...de etapas pasadas...
Acordándome de esa etapa tan grande para mi...recuerdo que un día nos cazaron haciendo pellas, y no se me ocurre otra cosa que romper la alarma contra incendios a escondidas y sin que nadie lo supiera...mientras cumplíamos “cierto castigo” por haber hecho dichas pellas, fue mi pequeña venganza por avisar a mis padres en aquellos tiempos...así que al día siguiente, rompí el interruptor de la alarma contra incendios, y todos salimos despavoridos, “el insti en llamas”...mientras yo miraba a mis compañeros de travesuras, hacernos el loco y salir por piernas de aquel instituto...y de la hora de economía que era un rollazo de mucho cuidado...
Pensándolo fríamente, mucho había cambiado desde entonces. Aquel chico aventurero, que siempre estaba metido en líos, en proyectos, en cosas que sirvieron para formar mi carácter, hoy era un tranquilo chico, casado, con una mujer espectacular en todos los sentidos, y a punto de tener nuestro primer hijo. El destino me había deparado trabar para el departamento legal de una empresa en Canarias. Buen sueldo, estabilidad...terminé la carrera de abogado (algo que siempre ansié ser) y que, a pesar de hacer algunas pasantías...al final terminó la suerte recompensándome por haber pasado por tanta penuria y me había hecho conocerla a ella...a Thayra...
Ella, estaba tan ilusionada como yo de poder compartir ese momento. Tantas fotos en aquel álbum, todas las dedicatorias en el anuario...a menudo se las enseñaba orgulloso de haber tenido unos grandísimos compañeros...le picó el gusanillo por saber más del pasado de su flamante marido, con el que acababa de casarse tras 4 años de feliz noviazgo y convivencia.
Dani, un chico muy cabal, de nobles pero tristes sentimientos de soledad...Ana, aquella chica que era capaz de darle ese halo de positividad a todo lo que le rodeaba aunque estuviese ella deprimida...por alguna causa. Apenas se le notaba. Raúl, un chico con una vitalidad a prueba de bombas, y que siempre andaba metido con eso del fútbol, se cuidaba hasta tal punto que parecía un profesional...Toni, un chaval tímido, aunque con un toque de cierta perversión cuando miraba a alguna chica...
¿Qué habrán sido de ellos?
Pues creo que esta noche lo sabré. Estoy nervioso, pero al mismo tiempo tranquilo. Quiero que todo salga bien, que sea una noche a recordar...y a pesar de depararnos destinos y vidas diferentes, volver a sentirnos como una vez fuimos...y que por una vez, la magia de reencontrarnos sea infinita...y ¿porque no...? Recuperar nuestra vieja y tan querida amistad.
Guty
Ahora 10 años después debía cumplir esa promesa que nos hicimos de reunirnos, posiblemente todos habíamos cumplido nuestros sueños, o incluso es posible que más de uno ya estuviese casado o casada. ¿Qué sería de ellos?
Caminaba por las calles nervioso, este reencuentro me permitirá volver a vivir el pasado desde un presente que tal vez no se parezca demasiado al que soñábamos o esperábamos para mis compañeros y para mi mismos. Volver a reunirnos significaba conmovedor pero también puede ser peligroso.
¿Qué había sido de la vida de mis excompañeros? ¿Qué fue de sus sueños y proyectos? ¿Puede una noche de recuerdos regresarnos a lo que fuimos alguna vez? ¿Se puede volver al pasado? ¿Cuánto habíamos cambiado físicamente? La verdad es que yo había cambiado bastante, ya no era aquel “esqueleto” andante y los nervios me hacia pensar si me aceptarían, tal como era ahora... más por mi físico que por mi forma de pensar, seguía siendo ese “bicho” raro.
Estaba llegando a mi destino... Por fin había llegado el momento tan esperado.
Estoy tan contento, pues volveré a encontrarme con ellos, con mis grandes compañeros del Instituto. Deseaba entrar en el local y volver a vernos todos juntos después de varios años, y darnos un gran abrazo todos juntos.
¿Como disimular mi felicidad? Aunque todavía tengo contactos con algunos de ellos, nunca pensé que volveríamos a juntarnos toda la promoción 2001.
- ¡Me muero de ansiedad! , ¿Habrán cambiado algo? ¿O todavía seguiremos siendo el mismo grupo revoltoso de siempre?
Quiero hablar con los muchachos, contarles todo de mi vida, que me sigo soltero, a pesar de todo, y eso que Ana siempre me decía que algunas estaban locas por mi e trabajado mucho y ahora estoy en el paro, la empresa más grande de España o en mi caso de Catalunya
También quiero saber de sus vidas. ¿Qué será de la vida de Raúl? ¿Habrá terminado sus estudios? ¿Seguirá con el fútbol?... ¿Y Dani? ¿Qué será de la vida de él? Hace mucho que no nos encontramos, espero que por fin un editor le haya publicado algunas de sus obras. Y Ana ella tenia una magia especial, siempre le sacaba una sonrisa a alguien costase lo que costase... ¿Y Guty? Sería abogado... Tendría su propio buffet o estaría en una gran compañía...
Cada paso me acerca más a la fiesta, la familia intentó durante todo el día calmarme. Mientras le explicaba que: Desde hace 15 días que me llegó la invitación no paro de imaginarme el momento, estoy ansioso, no paro de contar cada minuto que falta para que llegue ese momento y
¡Quiero ese momento, llegue ya!!!
Thonys II
Marzo de 2011...10 años...muchos cambios....el hecho de planteármelo tan siquiera, me asustaba. No por el hecho en si, sino por como el tiempo había pasado tan rápido. Con una rapidez vertiginosa, una época llena de cambios, de dudas resueltas, de proyectos por cumplir, de compañía, de estabilidad...
Aquel 2001, me marcó para siempre. Recuerdo aquellas charlas intelectuales en la pastelería “Buttercup”, un sitio de frecuente reunión...y que siempre recordaremos a la señora Lety, que hacía pasteles incluso hasta en forma de caballa. Los llamaba caballitas de ángel. ¡Y vaya si tenía un ángel, aquello estaba delicioso! Casi cada tarde, hasta aquel 2001, soñábamos con ilusión y esperanza lo que iba a ser de nuestras vidas...unas vidas que terminó por cambiar total y absolutamente. Como decía, aquella época volvió a mí, cuando de repente un día, me llegó la invitación de la promoción del 2001, la última vez que nos veíamos desde el instituto. Un instituto que hoy en día está repleto de ilusiones, de desilusiones, de amoríos...pero que aún seguía conservando esa esencia de escolaridad...de etapas pasadas...
Acordándome de esa etapa tan grande para mi...recuerdo que un día nos cazaron haciendo pellas, y no se me ocurre otra cosa que romper la alarma contra incendios a escondidas y sin que nadie lo supiera...mientras cumplíamos “cierto castigo” por haber hecho dichas pellas, fue mi pequeña venganza por avisar a mis padres en aquellos tiempos...así que al día siguiente, rompí el interruptor de la alarma contra incendios, y todos salimos despavoridos, “el insti en llamas”...mientras yo miraba a mis compañeros de travesuras, hacernos el loco y salir por piernas de aquel instituto...y de la hora de economía que era un rollazo de mucho cuidado...
Pensándolo fríamente, mucho había cambiado desde entonces. Aquel chico aventurero, que siempre estaba metido en líos, en proyectos, en cosas que sirvieron para formar mi carácter, hoy era un tranquilo chico, casado, con una mujer espectacular en todos los sentidos, y a punto de tener nuestro primer hijo. El destino me había deparado trabar para el departamento legal de una empresa en Canarias. Buen sueldo, estabilidad...terminé la carrera de abogado (algo que siempre ansié ser) y que, a pesar de hacer algunas pasantías...al final terminó la suerte recompensándome por haber pasado por tanta penuria y me había hecho conocerla a ella...a Thayra...
Ella, estaba tan ilusionada como yo de poder compartir ese momento. Tantas fotos en aquel álbum, todas las dedicatorias en el anuario...a menudo se las enseñaba orgulloso de haber tenido unos grandísimos compañeros...le picó el gusanillo por saber más del pasado de su flamante marido, con el que acababa de casarse tras 4 años de feliz noviazgo y convivencia.
Dani, un chico muy cabal, de nobles pero tristes sentimientos de soledad...Ana, aquella chica que era capaz de darle ese halo de positividad a todo lo que le rodeaba aunque estuviese ella deprimida...por alguna causa. Apenas se le notaba. Raúl, un chico con una vitalidad a prueba de bombas, y que siempre andaba metido con eso del fútbol, se cuidaba hasta tal punto que parecía un profesional...Toni, un chaval tímido, aunque con un toque de cierta perversión cuando miraba a alguna chica...
¿Qué habrán sido de ellos?
Pues creo que esta noche lo sabré. Estoy nervioso, pero al mismo tiempo tranquilo. Quiero que todo salga bien, que sea una noche a recordar...y a pesar de depararnos destinos y vidas diferentes, volver a sentirnos como una vez fuimos...y que por una vez, la magia de reencontrarnos sea infinita...y ¿porque no...? Recuperar nuestra vieja y tan querida amistad.
Guty
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