Un hombre oyó una noche que alguien andaba por su
casa. Se levantó y, para tener
luz, intentó sacar chispas del pedernal para encender
su mechero. Pero el ladrón causante
del ruido, vino a colocarse ante él
y, cada vez que una chispa tocaba la mecha, la apagaba
discretamente con el dedo. Y el hombre, creyendo que la mecha estaba
mojada, no logró ver al ladrón.
También en tu corazón hay alguien que apaga el fuego, pero tú no lo ves.
También en tu corazón hay alguien que apaga el fuego, pero tú no lo ves.
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