El Mula Nasrudin calentaba miel en el fuego, cuando un amigo llegó
de improviso.
La miel comenzó a hervir y Nasrudin le convido a su visitante.
Estaba tan caliente, que el otro se quemo. - ¡Haz algo! - exclamó el
amigo.
Entonces el Mula tomó un abanico y lo agito por encima de
la olla... con el propósito de enfriar
la miel.
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