El sultán estaba desesperado por no encontrar un nuevo recaudador.
- "¿No hay ninguna persona honesta en este país que pueda recaudar los impuestos sin robar dinero?", se lamentó el sultán. Acto seguido llamó a su consejero más sabio y le explicó el problema. - Anunciad que buscáis un nuevo recaudador, Alteza , dijo el consejero, y dejadme a mí el resto. Se hizo el anuncio y aquella misma tarde la antecámara del palacio estaba llena de gente. Había hombres gordos con trajes elegantes, hombres delgados con trajes elegantes y un hombre con un traje vulgar y usado. Los hombres de los trajes elegantes se rieron de él. - "El sultán, por supuesto, no va a seleccionar a un pobre como su recaudador", dijeron todos. Por fin entró el sabio consejero. - "El sultán os verá a todos en seguida, dijo , pero tendréis que pasar de uno en uno por el estrecho corredor que lleva a sus aposentos. El corredor era oscuro y todos tuvieron que ir palpando con sus manos para encontrar el camino. Por fin, todos se reunieron ante el sultán. - "¿Qué hago ahora?", susurró el sultán.
- "Pedid que bailen todos"; dijo el hombre sabio.
Al sultán le pareció extraña aquella medida, pero accedió, y todos los hombres empezaron a bailar. - "Nunca en mi vida he visto unos bailarines tan torpes" , dijo el sultán. "Parece que tienen pies de plomo". Sólo el hombre pobre pudo saltar mientras bailaba. - "Este hombre es vuestro nuevo recaudador, dijo el hombre sabio. Llené el corredor de monedas y joyas y él fue el único que no llenó sus bolsillos con las joyas robadas. El sultán había encontrado un hombre honrado. |
jueves, diciembre 11, 2014
El nuevo recaudador (http://www.fobiasocial.net)
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