El poder despertarse tarde, sin preocupaciones ni problemas, todo era
juego y risas, ver caricaturas o jugar escondidas en la calle, tocar un
timbre y salir huyendo, andar en bici con las rodillas raspadas, llegar a
tu casa hasta que mama salia a la calle gritando para que te metieras y
no como ahora con mensajes de texto o Facebook. Extraño mi infancia, extraños mis amigos, la primera niña que me gusto, tenia siete y yo ocho... en
ese tiempo donde todo era realmente color de rosa. Donde las cosas se hacían sin maldad y sin pensar en las consecuencia... Pero la vida te cambia y te convierte en un depredador, porque sino te pisotean
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