No hace tanto años nuestros buzones eran oasis de empresas que te ofrecían
prestamos rápidos. De repente nuevas financieras y nuevos bancos, "que
explosión", hasta los supermercados competían por las mejores ofertas y
no eran en productos alimenticios. Era en tarjetas de todas las
modalidades, debito, crédito, pagar arpincipio de mes, etc… El anuncio seria algo así: ¡ Por dos
botes de cola cao llévate una tarjeta y págala en cómodos plazos. ! El
crac económico estaba dispuesto, en una estrategia de estafadores,
psicólogos, estadistas, y conocedores de las leyes de recobro de
morosos; convertiendose de esta manera los salvadores en nuestros propios verdugos. La población pagaría con
sus posesiones. El final de la crisis se prolongaría y en el epitafio
del pueblo español quedaría escrito: "No podremos ni heredar los que no nos dejaron nuestros padres y tampo generaremos riqueza para nuestros hijos. El estado español no es un estado para los ciudadanos, simplemente es el Imperio de Ali Baba y los cuarenta ladrones. Lo único que en el cuento se sabían que eran cuarenta... En nuestro cuento no sabemos cuantos son
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