Descansaba plácidamente un león tras un largo día de caza, cuando
repentinamente un ratón salió de su ratonera, se subió sobre el lomo
del rey de la selva y comenzó una frenética carrera por todos los
rincones de su cuerpo.
Alertado el león por las repentinas cosquillas que había comenzado a sentir, se despertó de un salto y comenzó a buscar por todos lados al insensato que se había atrevido a perturbar su tranquilo descanso.
A pocos metros se encontraba una zorra, que con un tono que iba de lo divertido a lo quisquillosa, comenzó a criticarlo duramente por levantarse de esa manera por un minúsculo ratoncillo, al que hubiera podido quitarse de encima de un solo zarpazo.
- "No entiendo porque tienes que estar criticándome zorra maliciosa- dijo el león-, si me he levantado tan rápidamente no ha sido porque tuviera miedo del ratón que estaba paseándose sobre mi cuerpo, sino porque quería descubrir quién era tan osado para estar perturbando a un león mientras estaba disfrutando de un merecido descanso".
Alertado el león por las repentinas cosquillas que había comenzado a sentir, se despertó de un salto y comenzó a buscar por todos lados al insensato que se había atrevido a perturbar su tranquilo descanso.
A pocos metros se encontraba una zorra, que con un tono que iba de lo divertido a lo quisquillosa, comenzó a criticarlo duramente por levantarse de esa manera por un minúsculo ratoncillo, al que hubiera podido quitarse de encima de un solo zarpazo.
- "No entiendo porque tienes que estar criticándome zorra maliciosa- dijo el león-, si me he levantado tan rápidamente no ha sido porque tuviera miedo del ratón que estaba paseándose sobre mi cuerpo, sino porque quería descubrir quién era tan osado para estar perturbando a un león mientras estaba disfrutando de un merecido descanso".
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