No tienes que ser igual a los demás para alcanzar tus sueños, solo debes
trabajar por ellos desde tu propia forma de ser, derrotando a esos obstáculos que se
presenten, confiando en ti. El fracaso nunca es definitivo. ¡Nunca serás un fracasado hasta que te
des por vencido, y siempre sera demasiado pronto para darse por vencido!. El secreto está en no tener miedo de equivocarnos y de saber que es necesario ser humilde para aprender de esos errores que cometemos. Porque el mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.
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