Cuando escribes realizas un viaje interno, donde abordaras tus propios miedos, tus propias alegrias, los miedos, tus obsesiones que vienen acompañadas de viejos fantasmas, y comienzas a hablar de ellos, es una medicina que consigue que tu alma consiga la paz que estaba pidiendo desde hacia tiempo. Simplemente te liberas cuando te pones delante de una hoja en blanco y comienzas a escribir sobre tus sentimientos, poco a poco las palabras fluyen y puedes cantar, hablar, reir, lloras y gritar en silencio... porque todo eso quedara plasmado en cuatro líneas que has usado en ese papel en blanco. Porque escribir es besar con la mente y más cuando lo que escribes va con una dedicatoria muy especial... Cualquiera que lea algo, sabe a ciencia cierta si el que escribio ese texto estaba cantando, hablando, reiendo, llorano o solo era un grito de desesperación. Porque al leerlo nuestra mente tambien se abre a esos sentimientos entre escritor y lector
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