En
determinadas ocasiones de tu vida es difícil exteriorizar los
sentimientos. Tal vez la carencia de rutina me pueda; tal vez la
añoranza de los seres queridos me asuste, y, posiblemente la ausencia de
emociones hace que mi corazón se encuentre a veces vacio. Desde hace casi un año, me he olvidado de
quererme, de respetarme y de estimarme. Me he dedicado a ver la vida pasar
mientras el nudo de mi garganta se hacía cada vez más grande. Me olvidé
de mi, de ser feliz, de disfrutar de las cosas que me conmueven. Olvidé
incluso soñar. Creo que me
he hecho fuerte, que soy mucho más fuerte que antes. Y se que ante las
dificultade intento "flotar" en las aguas profuncas: Si, soy positivo, soy demasiado optimista lo reconozco,
porque siempre lucho con todas mis fuerzas contra esos retos que la vida
escribió para mi, pero algunas veces ese dolor es el vencedor... al final te das cuenta de lo efimera que es esta vida
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