Creo
que las personas que se lanzan al ruedo de verdad, no las que miran los
" toros desde las graderias, aprenden mas de los errores que de los
aciertos, por razones ovbias.
Los aciertos se "celebran" con fiesta y alegria y no se aprende tanto de ellos como de los errores que se meditan y se analizan sus causas en medio del dolor y el sufrimiento, sea fisico o psiquico.
Y es que, la persona que camina tiene el riesgo de tropezarse y caer, pero también tiene el derecho, el compromiso personal de levantarse, sacudirse el polvo, llorar, que es limpiar el alma del dolor, y seguir adelante, sin olvidar donde esta la piedra que le hizo trompezar de esa manera. Porque como todos los humanos soy falible, "Errare Humanum Est" ("Errar es de humanos"), no cierro los ojos a mis errores, ahí hay una lección por aprender, una enseñanza para crecer, duele mucho, demasiado errar, pero duele más cerrar los ojos del alma y perder la lección.
Los aciertos se "celebran" con fiesta y alegria y no se aprende tanto de ellos como de los errores que se meditan y se analizan sus causas en medio del dolor y el sufrimiento, sea fisico o psiquico.
Y es que, la persona que camina tiene el riesgo de tropezarse y caer, pero también tiene el derecho, el compromiso personal de levantarse, sacudirse el polvo, llorar, que es limpiar el alma del dolor, y seguir adelante, sin olvidar donde esta la piedra que le hizo trompezar de esa manera. Porque como todos los humanos soy falible, "Errare Humanum Est" ("Errar es de humanos"), no cierro los ojos a mis errores, ahí hay una lección por aprender, una enseñanza para crecer, duele mucho, demasiado errar, pero duele más cerrar los ojos del alma y perder la lección.
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