Una característica común de las personas que se declaran felices es su
capacidad para valorar y disfrutar de lo que tienen; la consciencia del
valor de aquello que tenemos y que nos da la vida y nos lleva a las pequeñas alegrías de ésta. Y no nos referimos a la posesión de bienes
materiales, que más que felicidad procuran confort, bienestar o placer.
Al contrario, la felicidad parece emerger de la toma de consciencia de
aquello que es obvio y que, precisamente por ello, obviamos: un buen
estado de salud, la compañía de nuestros afectos, el contacto con la
naturaleza, una buena conversación, tener el privilegio de trabajar en
algo que nos gusta. Por eso saborear esos toque de hums cada día, nos hace sentirnos felices, en los malos momentos, que podemos tener a lolargo del día, quien en un momento dado no se ha acordado de algo que le hizo gracia, un chiste... y le ha hecho sonreir como a un bobo?
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