Una cosa es no rendirse y luchar por lo que sabemos a ciencia cierta que merece la pena, no rendirse implica ser fiel a nosotros mismos y tener la certeza que hacemos todo lo posible para llegar a la meta, sin que el futuro nos pase factura y nos obligue a tirar la toalla antes de tiempo, dejandonos vencer. Pero otra cosa es saber donde esta el límite, saber que ha llegado el momento de decir, ¡basta!, porque con esa luchas solo se consigue un desgaste físico y emocial nuestro. Hasta aqui llegue por cabezoneria, por orgullo o por lo que sea que no ceja en su empeño, a veces pienso que es masoquismo. Seber que he luchado hasta el último segundo enzalsa el alma, me hace sentir valiente y asumo que a veces no se consigue lo que uno desea, pero no evitara que tenga una sonrisa en el alma y en mi ser... como si hubiese triunfado en mi misión. A veces de esas derrotas uno aprende y se convierte en más sabio
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