Eran dos hombres, un cazador y un pescador, que todas las mañanas salían de sus casas a buscar alimentos. El uno carne y el otro pescado, respectivamente. En uno de sus regresos a casa, se encontraron ambos con sus cestas llenas.
El cazador quería los peces, y el pescador las carnes. Así que ambos decidieron intercambiar sus productos. Estuvieron muy felices, así que siguieron haciendo el intercambio por mucho tiempo. Un vecino un día les dijo:
El cazador quería los peces, y el pescador las carnes. Así que ambos decidieron intercambiar sus productos. Estuvieron muy felices, así que siguieron haciendo el intercambio por mucho tiempo. Un vecino un día les dijo:
- "Si siguen intercambiando todos los días sus cestas,
acabarán hartandose de la misma comida, arruinarán el placer y volverán a
quedarse solamente con lo que obtuvieron en el día."
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