Hay un proverbio que dice: Las palabras amables ofrecidas a los demás
reconfortan como las prendas de vestir, mientras que las palabras
hirientes causan más dolor que los sables. Debemos recordar que, con nuestars palabras influmos de manera positiva o negativamente sobre la vida de quienes las escuchan.
El efecto de las palabras que pronuncias sobre ti misma y sobre las personas que te rodean es inmenso. Con ellas puedes levantar y derribar, puedes herir o sanar. Con ellas puedes darle la vuelta a una situación o por el contrario, continuar caminando por un mismo camino. Porque las paslabras son com una semilla que siembras. Cada vez que pronuncias palabras de derrota, frustración, desánimo y debilidad estás plantando estas cosas, creyéndolas y alimentándolas. ¡Cosecharás lo que sembraste!
El efecto de las palabras que pronuncias sobre ti misma y sobre las personas que te rodean es inmenso. Con ellas puedes levantar y derribar, puedes herir o sanar. Con ellas puedes darle la vuelta a una situación o por el contrario, continuar caminando por un mismo camino. Porque las paslabras son com una semilla que siembras. Cada vez que pronuncias palabras de derrota, frustración, desánimo y debilidad estás plantando estas cosas, creyéndolas y alimentándolas. ¡Cosecharás lo que sembraste!
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