Nada de lo que leas, sin importar donde está escrito, nada de lo
que escuches, sin importar quien lo dijo, nada debes aceptar sin previo
discernimiento y tu mismo debes decidir su veracidad. Para ello, solo debes consultar a tu corazón que el nunca se equivoca. Porque el Universo funciona como una gran computadora: solo hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que uno desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un "error". No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras propias "creencias". Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que sentimos internamente que es así, es lo que toma forma en el mundo externoque proyectamos
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