El tiempo, unas veces parece que pasa rápido y veloz, se nos escapa de
las manos y otras, se ralentiza, se alarga, con una sensación de que el
día no va a llegar a su fin, sobre todo cuando tenemos el corazón lleno de dolor y tristezas. Aún así, para curar esas heridas, el tiempo solo no sirve, únicamente nos
ayuda a que nosotros mismos consigamos, de alguna manera superar nuestras heridas a través
de él y si lo queremos, también conozco gente, que no desea cerrarlas y las
hace sangrar día a día, pero al único que nos hacemos daño es a
nosotros mismos, el resentimiento es unos de los peores sentimientos que
podemos alimentar y, a la larga, nuestro cuerpo nos dirá, con
enfermedades, que es necesario cerrar esas heridas o enfermará
gravemente, con su consecuencias. Dicen que cuando algo se va es para dejar el camino libre a algo mejor que llegará. Pero lo mejor de que pase el tiempo, es cuando te das cuenta de verdad que
fuerte eres y lo que creías que sería imposible de superar ha quedado
superado, cuando mas dudabas de tu fortaleza y capacidad de aprendizaje
es cuanto tu mismo te sorprendes, y que el camino a veces es dificil y
tortuoso, sin embargo pasa y despertar un día sabiendo que eso ya no
duele es la mejor sensacion.
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