Cuando nos presentan o conocemos a una persona lo primero que nos llama la atención, es sin duda, su físico, y la belleza es muy subjetiva, cada persona tiene sus preferencias. Es aquí donde entra en juego la atracción, que se convirte en la parte química del amor, la responsable del interés o el deseo que experimentamos hacia esa persona. Pero esa atracción puede ser: física, mental o ambas a la vez.
No podemos negar lo bien que se siente imaginar besar, tocar, sentir la piel que tanto nos gusta, sentir ese placer sexual que nos hace viajar por un mundo de imaginación y fascinación. Pues esa atracción es en la que primeramente pensamos, la física. Es la sensación más normal en nosotros. Pero la relación en pareja no solo se basa enla atracción fisica, si es solo es eso, podemos asegurar que todo tiene un fin, al igual que un principio. Si llega a esa atracción fisica, ponemos en juego la atracción mental. Pero no todas las parejas la tienen, es un tipo de atracción donde se siente una verdadera conexión entre ambos enamorados.
No podemos negar lo bien que se siente imaginar besar, tocar, sentir la piel que tanto nos gusta, sentir ese placer sexual que nos hace viajar por un mundo de imaginación y fascinación. Pues esa atracción es en la que primeramente pensamos, la física. Es la sensación más normal en nosotros. Pero la relación en pareja no solo se basa enla atracción fisica, si es solo es eso, podemos asegurar que todo tiene un fin, al igual que un principio. Si llega a esa atracción fisica, ponemos en juego la atracción mental. Pero no todas las parejas la tienen, es un tipo de atracción donde se siente una verdadera conexión entre ambos enamorados.
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