Un vecino de Yang Zi, que había perdido una oveja, mandó a todos sus hombres a buscarla y le pidió al sirviente de Yang Zi que se uniera a ellos.
- ¡"Qué!", exclamó Yang Zi. "¿Necesita Ud. a todos estos hombres para encontrar una oveja?"
- "Son muchos los senderos que puede haber seguido",explicó el vecino.
Cuando regresaron, Yang Zi preguntó al vecino:
- "Bueno, ¿encontraron la oveja?"
Este contestó que no. Entonces Yang Zi preguntó por qué habían fracasado.
- "Hay demasiados senderos", respondió el vecino . "Un sendero conduce a otro, y no supimos cuál tomar; así es que regresamos".
Yang Zi se quedó hondamente pensativo. Permaneció silencioso largo tiempo y no sonrió en todo el día. Sus discípulos estaban sorprendidos.
- "Una oveja es una nadería, dijeron; y ésta no era ni siquiera suya. ¿Por qué tiene Ud. que dejar de hablar y sonreír?"
Yang Zi no respondió, y sus discípulos se llenaron de perplejidad. Uno de ellos, Mengsun Yang, fue a contarle a Xindu Zi lo que ocurría.
- "Cuando hay demasiados senderos, dijo Xindu Zi; un hombre no puede encontrar su oveja. Cuando un estudiante se dedica a demasiadas cosas, malgasta su tiempo y pierde su ruta. Usted es discípulo de Yang Zi y aprende de él; sin embargo, parece que no ha llegado a comprenderle nada. ¡Qué lástima!"
- ¡"Qué!", exclamó Yang Zi. "¿Necesita Ud. a todos estos hombres para encontrar una oveja?"
- "Son muchos los senderos que puede haber seguido",explicó el vecino.
Cuando regresaron, Yang Zi preguntó al vecino:
- "Bueno, ¿encontraron la oveja?"
Este contestó que no. Entonces Yang Zi preguntó por qué habían fracasado.
- "Hay demasiados senderos", respondió el vecino . "Un sendero conduce a otro, y no supimos cuál tomar; así es que regresamos".
Yang Zi se quedó hondamente pensativo. Permaneció silencioso largo tiempo y no sonrió en todo el día. Sus discípulos estaban sorprendidos.
- "Una oveja es una nadería, dijeron; y ésta no era ni siquiera suya. ¿Por qué tiene Ud. que dejar de hablar y sonreír?"
Yang Zi no respondió, y sus discípulos se llenaron de perplejidad. Uno de ellos, Mengsun Yang, fue a contarle a Xindu Zi lo que ocurría.
- "Cuando hay demasiados senderos, dijo Xindu Zi; un hombre no puede encontrar su oveja. Cuando un estudiante se dedica a demasiadas cosas, malgasta su tiempo y pierde su ruta. Usted es discípulo de Yang Zi y aprende de él; sin embargo, parece que no ha llegado a comprenderle nada. ¡Qué lástima!"
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