Una vida plagada de sueños es mucho mejor que una vida de alguien que no tiene ninguna meta para alcanzar… es mejor vivir de fantasía en fantasía que quedarse estancado mirando como la vida pasa. Hay que vivir intensamente, cada día y por sobre todas las cosas, nunca dejes de soñar, ese es el motor que te permitirá superarte y alcanzar todo lo aquello que deseas, de esta manera serás feliz para siempre porque te sentirás realizado y pleno. William Shakespeare dejó escrito que no hay otro camino para la madurez de uno mismo, que aprender a soportar esos golpes que te dara la vida.
Porque la vida de cualquier hombre, lo quiera o no, trae siempre golpes. Vemos que hay egoísmo, maldad, mentiras, desagradecimiento. Observamos con asombro el misterio del dolor y de la muerte. Constatamos defectos y limitaciones en los demás, y lo constatamos igualmente cada día en nosotros mismos.
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