Opinión 10 de septiembre de 2009
Radio España Independiente (REI), más conocida como La Pirenaica, por la leyenda de que se emitía desde algún lugar de los Pirineos, fue una emisora creada por el PCE (Partido Comunista de España) en el marco de la creación de emisoras de radio por parte de diversos partidos comunistas de Europa durante la Segunda Guerra Mundial como un elemento más de la lucha por sus propósitos.
Esta emisora se crea a instancias de Dolores Ibarruri "La Pasionaria" y que comenzó a emitir desde Moscú el 22 de julio de 1941, con el apelativo de "estación pirenaica" para eliminar la sensación de lejanía que podía significar para los oyentes de España el hecho de estar en Moscú
Junto con los informativos en castellano de la BBC y Radio Francia Internacional, la de la Pirenaica, lógicamente con todos sus defectos, sería la única información radiofónica no controlada por el régimen franquista que por de decreto otorgaba el monopolio de los informativos a RNE (Radio Nacional de España), por tanto, el simple hecho de atreverse a sintonizarla ya era un gesto de oposición a la dictadura.
Después del ataque alemán a la URSS (Unión Sovietica) y ante la proximidad de las tropas alemanas a Moscú es trasladada a la ciudad de UFA, en la República Autónoma de Baskiria. El 5 de enero de 1955, por razones no del todo explicadas, pero que podrían estar relacionadas con la presencia de la Unión Soviética en la ONU (Naciones Unidas) o con un reparto de las actividades entre sus países aliados, la emisora se traslada al que sería su emplazamiento definitivo, la capital de Rumanía (Bucarest)
A partir de 1960 es dotada con mejores medios técnicos para mejorar su cobertura y hacer frente a las interferencias causadas por las autoridades franquistas mediante emisores propios y otros puestos a su disposición por EEUU, como los existentes en la localidad catalana de Pals (Girona). Es en esta época cuando se comienzan a utilizar técnicas como la grabación en cinta de los programas y su emisión por sorpresa en distintas frecuencias simultáneas.
Tras la llegada de la democracia a España, el 14 de julio de 1977, la Pirenaica emite su último programa desde Madrid, retransmitiendo la primera sesión de las Cortes que habían de elaborar la Constitución Española de 1978
Radio Pirenaica se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para Franco, que autorizó el mantenimiento del Servicio de Interferencia Radiada, para dificultar que la señal llegase a los receptores. El dinero y el apoyo tecnológico llegaron desde EEUU. La REI permanecía en alerta y contraatacaba con emisiones volantes desde Bulgaria o Hungría, subiendo la potencia o cambiando frecuencias. Entre 1963 y 1966 tiene lugar en Radio Pirenaica otro hito en la historia de las radios clandestinas: las colaboraciones de los presos políticos de la prisión de Burgos que cada semana redactaban y hacían llegar a la emisora las noticias del interior de una de las cárceles con más vigilancia. Pero a pesar de los esfuerzos del gobierno franquista, de los pitidos, zumbidos y ruidos de fondo, La Pirenaica se convirtió durante años en el referente de la radio en España. Muchos sintonizaban por convicción, otros por curiosidad..., pero todos escuchaban, tras la melodía de Suspiros de España, su saludo diario al oyente, que ha quedado grabado en la memoria de la generación de posguerra: “Aquí Radio España Independiente, estación pirenaica, la única emisora española sin censura de Franco”. En resumen, Radio España Independiente (REI) era la emisora que decía a quienes combatían contra el franquismo que no estaban solos en la lucha, a quienes no combatían que había gente que sí lo hacía y la que recordaba que el pueblo español en un tiempo había sido libre y que en un futuro lo iba a volver a ser
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