Ya no tengo las risas de mis nietos, el verlos crecer, abrazarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días; otros, cada tres o cuatro meses; otros, nunca...
Ya no hago croquetas, ni huevos rellenos, ni rulos de carne picada, ni punto, ni crochet.
Aún tengo pasatiempo para hacer sudoku que entretienen algo.
No sé cuánto me quedará, pero debo acostumbrarme a está soledad; voy a terapia ocupacional y ayudo en lo que puedo a quienes están peor que yo, aunque no quiero intimar demasiado. Desaparecen con frecuencia.
Dicen que la vida se alarga cada vez más.
¿Para qué?
Cuando estoy sola, puedo mirar las fotos de mi familia y algunos recuerdos de casa que me he traído.
Y eso es todo.
Espero que las próximas generaciones vean que la familia se forma para tener un mañana (con los hijos) y devolver a nuestros padres el tiempo que nos regalaron al criarnos.
"Cuidar de quien ya cuidó de nosotros, es la mayor de las honras."
Atte: Tu Madre, Tu Abuela, o Quizás Tu o Yo, en un futuro...
pd: recogido en internet
1 comentario:
Es triste que cuando llegan o llegamos a mayores parece que estorban o estorbamos. Si nuestros padres hubieran hecho eso con nosotros siendo menores habrían sido denunciados. Queremos disfrutar de la vida, sin contemplaciones. Que ellos cuidaron de nosotros... era su obligación y cual es la nuestra? No se no cuesta tanto visitarlos, pasar un rato ameno, que vivan en su casas... luego cuando no esten, siempre pensaremos que pudimos hacer más, pero el karma (los que vienen detras) nos los devolvera y con creces. Eso si es justicia divina
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