Un día un maestro que vio a un niño dando excusas de una explosión de
ira, lo llevó a la clase y, entregándole una hoja de papel, le dijo:
- “¡Estrújalo!”
Asombrado obedeció e hizo una bolita....
- “Ahora déjalo como estaba antes”
Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba.... por más que lo intentó, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
- “El corazón de las personas”, dijo, “es como ese papel… la impresión que en ellos dejas será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues”
- “¡Estrújalo!”
Asombrado obedeció e hizo una bolita....
- “Ahora déjalo como estaba antes”
Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba.... por más que lo intentó, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
- “El corazón de las personas”, dijo, “es como ese papel… la impresión que en ellos dejas será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues”
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