La grandeza del ser humano se mide también por la entereza y el
coraje que demuestra al enfrentarse y tratar los problemas que
se le presentan durante nuestra vida. Muchos podemos rendirnos ante los problemas
por temor, por miedo a sus consecuencias o a la delicada tarea necesaria
para resolverlos. Se convierten entonces en víctimas de ese miedo y de ellos mismos, no del
problema en sí mismo.
La vida no es un camino de rosas, no tiene porque serlo, la humanidad somos criaturas diminutas ante la magnitud de los fenómenos naturales y sociales que existen a nuestro alrededor. La historia de la humanidad es una crónica de sacrificios y de batallas durísimas contra la adversidad. Lo fue desde un inicio y lo será hasta el fin.
La vida no es un camino de rosas, no tiene porque serlo, la humanidad somos criaturas diminutas ante la magnitud de los fenómenos naturales y sociales que existen a nuestro alrededor. La historia de la humanidad es una crónica de sacrificios y de batallas durísimas contra la adversidad. Lo fue desde un inicio y lo será hasta el fin.
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