Sintiendose atraído ese
cuerpo tan largo y esbelto, quizo imitarlo y se tendió sobre el suelo para estirarse
todo lo que pudo.
Fue tan fuerte el esfuerzo hizo que finalmente el presuntuoso zorro se hizo daño en sus huesos y no se pudo levantar quedando allí abandonado.
Fue tan fuerte el esfuerzo hizo que finalmente el presuntuoso zorro se hizo daño en sus huesos y no se pudo levantar quedando allí abandonado.
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