Hay que comenzar a conocer a las personas y saber qué les hace felices, por qué viven, qué valoran, qué darían por ello, fijarnos en sus actitudes, reacciones y miedos, a que y a quién aman, cuales son sus alegrías, sus luchas, sus problemas y sus esperanzas…porque al revés para amar a una persona hay que conocerla, no te fijes en lo que hace y dice; fíjate qué ama, qué desea. Lo que uno desea es lo que uno es. ¿A dónde está el corazón?... allí están sus amores. A veces lo esencial de la persona que tenemos cerca no lo podemos ver, porque sólo con el corazón se puede ver bien, a las personas; lo esencial es invisible para los ojos de los seres humanos
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