Con el tiempo he aprendido que algunas cosas siempre serán más fuertes que el tiempo y la
distancia, más profundas que las recuerdos y los sueños, como el hecho
de perseguir lo que deseas y aprender a ser uno mismo.
Uno va aprendiendo desde que nace desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los
obstáculos, mirarte en el espejo de ti mismo y ser libre y fuerte, ante las adversidades que te encuentres en el camino.
Debes dejar de ser un títere de las circunstancias del pasado porque uno mismo es su destino y ese destino se alcanza solo luchando, por mucho sufrimiento que lleves en el corazón.
Aunque a veces nos obsesionamos demasiado con algo y simplemente hay que esperar, todo llega, solo debemos tener paciencia y no descansar hasta que lleguemos a nuestro destino
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